Resulta que en el pueblo de este amigo de mi amigo, habia un alcalde un tanto dictadorcillo, al que sus adlateres le daban siempre la razón, fuera lo que fuera nunca se opusieron a contradecir su voluntad, y claro, se acumulaban las denuncias por irregularidades, no habia ningún problema, todos ellos confiaban ciegamente en el dictadorcillo, pero un dia el fiscal dijo que no se podian hacer según que voluntades, que no eran legales y que ello podia tener consecuencias para quien diera soporte a tales barbaridades.
Los adlateres que segian dando soporte al dictadorcillo, empezaron a darse cuenta de que su postura podia traerles problemas, pero no problemas politicos, no, otra clase de problemas, como por ejemplo que su patrimonio particular se viera perjudicado o su carrera politica se viera truncada y alguno empezo a mostrar su desacuerdo.
Pero estas cosas no terminan dando una opinión, ya que generalmente los dictadorcillos no acaban de entender tales desafios puesto que se han ido acostumbrando a que se le rian las gracias, y claro su ego no puede permitir la discrepancia, y según el amigo de mi amigo, al disidente se le castiga despojandole de sus cargos, pero claro, de cara a la opinión pública no se puede mostrar signos de debilidad, y se viste el castigo como una cuestión de problemas personales del disidente, el cual traga, y como es que traga, pues para seguir manteniendo un status que a la corta o a la larga le sera retirado si muestra nuevamente su disconformidad con el dictadorcillo.
Yo le dije al amigo de mi amigo, esto no puede suceder en Torredembarra, aqui la actuación de nuestro bienamado alcalde no llegaria nunca a tales extremos, pues eso, podemos estar tranquilos que aqui, eso no pasara.
