
En la Junta de Gobierno Local del pasado día 31 de marzo, se planteo la aprobación de una licencia de construcción de dos chalets en la zona de los Munts, se aprobo con el voto del Alcalde, la Sra. Toda, El Sr. Ardevol, el Sr. Font, el Sr. Oviedo y el Sr. Perez, supongo que todos eran conscientes de lo que votaban, que sabían de que iba el tema y que se trataba de un nuevo juego de manos del bien amado.
Si retrocedemos en el tiempo, en el año 2003, el Juzgado de lo Contencioso de Tarragona, dicto una sentencia por la que se declaraba la ilegalidad de dos chalets, esta sentencia fue recurrida y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en el año 2009, dicto resolución definitiva por la que se declaraba que no podían ser legalizados, y que el titular de las viviendas debía derribarlas con el coste a su cargo.
En la Junta de Gobierno Local de fecha 4 de marzo del 2010, declara nulas las licencias de construcción y consideraba ejecutada la sentencia, pero no ordena el derribo de las construcciones ilegales, a lo que el Juzgado responde con contundencia, manifestado en el auto de fecha 15 de junio del 2010 lo siguiente: "se aprecia la existencia de mala fe de la Corporación................ y, así mismo, para que en el plazo de un mes comunique al Juzgado que por el órgano competente se ha dictado orden de ejecución del derribo en el plazo de dos meses....". Ante este auto, se presento recurso de suplica que todavía esta pendiente de resolución.
Como dato a tener en cuenta desde la primera sentencia hasta hoy, la normativa cambió y actualmente los chalets serian legales.
Ahora volvemos a la Junta de fecha 31 de marzo y la jugada es la siguiente, como hemos anulado las licencias, ahora damos unas de nuevas de acuerdo con la actual normativa y ya no hay que derribar los chalets, y a pesar de que ya el juzgador a opinado que el ayuntamiento ha obrado con mala fe anteriormente, ahora se tragara esta jugarreta.
Menos mal, que por una vez existe un informe externo de un profesional del derecho que nos comunica que no lo hagamos, un informe firmado, que esto también es una excepción en este mandato del bien amado.
Hubiésemos quedado retratados, nos congratulamos de que no hayan seguido en esa linea.