lunes, 11 de marzo de 2013

SE PILLA ANTES A UN MENTIROSO QUE A UN COJO

La sabiduria popular tiene una frase que dice: "Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo", y es cierto y tenemos muchos ejemplos, ejemplos que nuestro bienamado alcalde suele exponer cada semana en su emisora de radio.
Por reiterativo ya aburre, intentando repetir una mentira miles de veces para que se convierta en una verdad, me refiero al teatro auditorio, una infraestructura que él nunca ha querido terminar, repite que repite que la responsabilidad de la obra es de la oposición, mala memoria o memoria selectiva, cuando llego a la alcaldía, el bienamado se econtro con un proyecto y dinero en el banco para llevarlo a cabo, la obra solo se habia iniciado con el movimiento de tierras, vamos, que solo habia un enorme agujero, y como él había alcanzado la alcaldia gracias al voto de una transfuga, solo se le ocurrio designarla para que controlar la obra, el resultado esta a la vista.
Esa memoria selectiva, le blinda para no hablar de la famosa piscina cubierta, una obra iniciada hace dos años y de la que el resultado es la pileta y los vestuarios, sin perspeciva de que se vaya a cubrir proximamente, pero ese tema no interesa tocarlo.
Tambien debe ser producto de esa memoria, el no decir nunca la verdad sobre el precio definitivo del aparcamiento publico, solo un millon de euros más que lo que nos dio el estado, pero claro eso tampoco interesa hablarlo, no puede tener la culpa la oposición, es una obra soyo, el solito es el responsable.
Claro que mientras se habla de estas cosas y se culpa a la oposición de todo, se quiere evitar que se hable de lo que realmente pasa en nuestra Torredembarra, el precio de los recibos del agua, el problema del paro, el continuo cierre de tiendas, el despilfarro del dinero en alquileres de locales que no se usan, o el pago de asesores de todo tipo con que el bienamado se rodea, o el coste del mantenimiento del aparcamiento, una renta que para mi quisiera.
En fin, si así es feliz que siga por ese camino, total, no le cuesta un centimo, pero lo triste es que al ayuntamiento si que le cuesta, una fortuna.