Esta formula de vida con que creían mantener y reforzar su honor los hidalgos españoles del Siglo de Oro, pero que como receta política en pleno siglo XXI, resulta un grave problema de credibilidad ante la ciudadanía que dispone de mucha más información y de mayor capacidad de análisis que los coetáneos de Gongora, Cervantes, Gracian, Quevedo o Lope de Vega entre otros.
Todo esto viene al caso por la postura que los regidores de CIU en nuestro Ayuntamiento tomaron respecto al ya famoso concurso de concesión del Agua y Alcantarillado, todo empieza incluso antes de las últimas elecciones municipales, cuando un ciudadano candidato por esa formación, plantea unas alegaciones al cambio del sistema que hasta la fecha se seguía en el servicio de agua de Torredembarra, alegaciones que no podemos obviar se presentan contra el que se incluya en la concesión el servicio de alcantarillado, amparándose en que es un servicio que prestan los empleados municipales, respecto al agua, nada de nada.
Alegaciones que muestran un total desconocimiento de la situación, puesto que el servicio de alcantarillado se presta por empresas externas al Ayuntamiento y sobre necesidades puntuales. Terminada esta fase en la que las alegaciones son rechazadas por la Secretaria municipal, El ciudadano en cuestión plantea un contencioso-administrativo y ya no cuestiona la concesión del alcantarillado, lo amplia a la propia concesión del agua. Primer síntoma de Sostenella y no enmendalla.
Entre tanto la empresa arrendataria plantea otro contenioso-administrativo, hecho natural si tenemos en cuenta lo que se juega, por tanto, es una postura normal en una situación en la que elevados intereses económicos están pendientes de una decisión del pleno municipal.
Volviendo al contencioso planteado por el ciudadano candidato y digo candidato ya que el proceso judicial se plantea en marzo del 2007 y las elecciones municipales fueron en mayo del mismo año y contra el acuerdo de cambiar de sistema de arrendamiento por el de concesión. En esta ocasión es la falta de un estudio económico-financiero en el expediente del concurso que según el recurrente evitará se puedan presentar empresas al concurso. Este recurso todavía se encuentra pendiente de sentencia pero se denegó por el tribunal la suspensión cautelar del concurso de la concesión, pero al concurso se presentaron cuatro empresas en un ámbito en el que no hay muchas más.
Convocado pleno ordinario en el que se tratara la concesión del agua, el grupo municipal de CIU, convoca una rueda de prensa en la que se vierten acusaciones de irregularidades, intereses oscuros y amenazas de acudir a la Fiscalía en caso de que no se retire el punto del orden del día, lo que todo el mundo pudo leer en la prensa escrita o pudo escuchar en la posterior presencia en la emisora municipal del portavoz municipal de CIU.
Llegamos al pleno del 17 de enero, y siguiendo con el sostenella y no enmendalla, el ya regidor electo, sigue defendiendo la anulación del concurso pero en esta ocasión por manifestar que en el expediente falta un documento que acredite que la empresa ganadora dispone de un laboratorio de análisis, que ya no se la tenia que haber tenido por concursante por la falta de ese documento, y que la posterior entrega del mismo fuera de plazo lo invalida. Craso error, en el procedimiento administrativo la falta de determinados documentos puede ser subsanada incluso en el momento de la firma del contrato. Sigue demostrando una falta de conocimientos muy lamentable para un aspirante a la alcaldía.
En el debate del punto, y tras una intervención de larga duración en la que se relacionaron las posiciones de una de las empresas que no gano el concurso, en ningún momento el portavoz de CIU pudo probar ni demostrar las irregularidades que había denunciado ante la prensa y la radio presa de una incontinencia verbal y de un desconocimiento de la administración preocupante para un regidor que pretende ser algo más que eso.
Para terminar de arreglar el tema, sale un comunicado del Comité Local de CIU en el que nos viene a decir que el debate fue de mercadeo, acaso no se opta por un concurso en contra de un arrendamiento por los beneficios económicos que representa para Torredembarra, que la empresa ganadora deberá invertir en infraestructuras durante los próximos cinco años más de 11 millones de euros, en mejoras de la actual red casi dos millones y que el Ayuntamiento dejará de pagar el consumo propio que representa un ahorro de más de 30.000 euros al año. Que intereses empujar a tomar decisiones que eviten al municipio a invertir semejantes cifras, no será que interesa seguir con lo que tenemos para que el ciudadano no aprecie mejoras en la población, a quien puede interesar que se sigan produciendo inundaciones por falta de colectores de pluviales o que el colector de fecales de Martineta siga averiándose y nos deje la playa hecha un asco y así poder criticar algo que ya no se volverá a producir.
Señores del comité local de CIU, el descrédito de la política local se produce más por sostenella y no enmendalla, que por reconocer la necesidad de reparar una situación que no puede mantenerse como era el arrendamiento de servicio enfrente de una concesión.
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