lunes, 2 de junio de 2008

EL TOCHO

El tocho se hunde, aparte de la literalidad de esta pequeña frase, estamos viviendo el hundimiento (temporal) del bum de la construcción.
Los profesionales del ramo, ya barruntaban esta situación y mal que bien la superarán, tendrá un coste pero son gente que ya ha vivido situaciones parecidas y esperarán tiempos mejores.
Pero existe un tipo de inversores que sin experiencia alguna, al amparo de unos beneficios rapidos y elevados han ido introduciendose en ese mundo y poco a poco han descapitalizado sus negocios, mientras la vaca daba leche ambos negocios iban compaginandose. Hoy paralizado el sector de la construcción, el negocio original del inversor espabilado, se encuentra con problemas de liquidez, vamos y si el socio se te ha fugado o no tiene un duro y te ha dejado con el culo al aire (administrador unico, por ejemplo), peor me lo pones.
Las consecuencias de esta situación se verán proximamente y cabezas caeran

domingo, 1 de junio de 2008

PRINCIPIOS

Hace unos cuantos años, pude vivir una situación que me sorprendio por lo inhabitual que era, o mejor dicho por no haberla visto en ocasión alguna.
Un ciudadano japones de paso por Barcelona (decada de los sesenta), pidio los servicios de un limpiabotas en la Rambla, y despues de recibir el servicio, el limpiabotas le timo en el cambio, dandose cuenta el japones del hecho, lo denuncio a la policia. Se levanto el correspondiente atestado y cada uno a lo suyo.
Pasados dos o tres meses, se celebro el juicio correspondiente, un juicio de faltas que no comportaba una sentencia grave, más bien leve. Se cito al ciudadano japones a traves de los cauces diplomaticos y al limpiabotas, nadie esperaba que el nipon apareciera nuevamente por Barcelona, en aquella epoca un viaje de ida y vuelta a Japon, superaba el medio millon de pesetas y la estafa a juzgar era de entre 200 y 300.
Pero si, el turista estafado aparecio en el estrado para declarar contra el limpiabotas, recayendo sentencia condenatoria, algo que no se habria producido de no haber venido el japones.
Le preguntamos al japones como habia decidido venir nuevamente a Barcelona, ya que el importe del viaje superaba de largo el de la estafa, y a la vez que nos regalaba una grulla de papel que habia estado haciendo mientras esperaba nos dijo "Es una cuestión de principios" no de dinero.